lunes, 12 de abril de 2010

EL PODER; HISTORIA DE VICTIMAS.

A. El Poder:


La pregunta sobre el Poder es siempre subversiva y engañosa. Si la pregunta surge desde fuera del círculo que lo disfruta la pregunta es sediciosa y si surge desde dentro es falaz. En todo caso, estando dentro o fuera el Poder siempre es seductor, aún para aquellos que lo repudian.
Una lectura de la historia nos demuestra que ésta no son las memorias de la humanidad sino la novela de aquellos que ejercieron el poder. Es la crónica de la seducción del Poder y los cuentos de los seducidos justificada de progreso, evolución o prosperidad. Es la historia de víctimas, una historia construida sobre el dolor y el abuso de miles de personas anónimas que pasaron por el tiempo del mundo sin que pudieran ser los personajes principales de su propia gesta.

El Poder no existe por sí mismo. Este solo existe en relación con otros o con las cosas. El Poder deviene de una interpretación (enunciación) de las condiciones de la relación misma que los participantes tienen en un momento determinado. La percepción del poder discrimina las ventajas y las desventajas sobre un fondo de necesidades humanas y condiciones de recursos. El Poder es pues, colateral a las interacciones que las personas tienen entre sí y las cosas (recursos).

Podría pensarse que Este es consustancial a la naturaleza de la relación, sin embargo esa sería solo una interpretación del mismo. El Poder vendría siendo un modelo más de las formas de relación que se pueden establecer en el “mundo”. La pregunta sería porqué ha sido un modelo que se ha utilizado por tanto tiempo y si estamos como sociedad humana dispuestos a contemplar otros modelos de cómo relacionarnos y establecer el sentido de derecho y justicia, un nuevo pacto social o una diferente mirada de la distribución de los recursos y la satisfacción de las necesidades.

El poder se manifiesta por el control de las conductas de las personas. A diferencia del ejercicio de la autoridad, el poder nunca es delegado sino asumido deliberadamente. La Autoridad es una función que se le delega a una persona o grupo con un ejercicio delimitado y en virtud de un bien superior, por lo tanto es situacional y temporal. El Poder no es situacional y delimitado en tiempo y espacio, como la autoridad, sino que es general en todo momento y espacio en que se de la relación. Y busca sostener el acceso a los beneficios (abuso) que se obtienen de forma indefinida hasta agotar el recurso abusado.

El Poder es pues un “hecho” de las relaciones sociales. Que se ha modificado en su forma (no así en su fondo) conforme los pueblos han pasado de relaciones de hordas primitivas hasta la conformación de imperios y sociedades – estados configuradas alrededor del derecho constitucional y actualmente con participación en el naciente derecho internacional.

El Poder de igual manera lo encontramos manifestado con las mismas características en las micro relaciones sociales como son la familia, las relaciones laborales, las relaciones con nuestros vecinos, entre otras que han sido transverzalizdos por los enunciados del Poder y cuya función es reproductora de los discursos del Poder.

El Poder no es solo concerniente a las ideologías religiosas o patriarcales, imperialistas, capitalistas o socialistas. El Poder está más allá de las ideologías y se sirve de ellas para perpetuarse. Tampoco es propio de un grupo o de una clase social sino de aquellos que se dejen seducir por él. Y el principio básico para ser seducido es la ventaja que da el abuso de las circunstancias diferenciales de los otros para la satisfacción de las propias necesidades individuales o colectivas.

En la concepción nihilista de Nietzsche la voluntad de poder es el eje motivacional del ser humano que sustituye la moral ilusoria. Considera la moral como hipócrita y pone al mismo nivel “la salvación” cristiana como la concepción del “deber” en la conformación de la ley. La tendencia de la época de subordinar al “bien común” para mejorar el bienestar material de las mayorías, no es más que un prejuicio sobre las luchas de fuerzas, cuya única intención es la nivelación bajo la cual se anulan las diferencias; la libertad, la igualdad y la fraternidad atentando contra el ser humano, llevándolo a su máxima expresión de reducción.

Para Foucault el Poder es esencialmente una relación de fuerzas no exclusivo de alguna clase o Estado ni mucho menos esencial sino más bien un atributo que atraviesa tanto a los que la ejercen como sobre aquellos en que se ejerce. Es por ello que en Foucault el Poder es propio de una relación no necesariamente visible en el acto violento ni tampoco forzosamente expresable en los enunciados discursivos. Sin embargo, presente en la ausencia visible y visible en la ausencia discursiva.

Para Foucault el Poder es pues, un ejercicio. Cuyas variables son los emplazamientos de poder (la posición del sujeto que habla), las instituciones (el espacio complementario), los discursos y los enunciados. En otras palabras lo determinable (visible) y lo determinante (enunciado) en un campo de fuerzas; acciones sobre las acciones. El mismo discurso (P.ej.; La declaración universal de derechos humanos, la constitución política, la historia de la liberación femenina) es un cuerpo de estudio (visible), propio de la época, de los enunciados de las fuerzas de Poder, que se dibujan como diagrama del devenir de las fuerzas, de las formas, bifurcaciones, mutaciones y resistencias. Encontramos, además, en Foucault otra variable en el ejercicio del poder, los agenciamientos; dispositivos, técnicas y estrategias actualizadas del ejercicio del poder (p.eje. la cárcel, la escuela).

La relación entre Poder y saber que promulgaba Francis Bacon, a propósito de la lucha de fuerzas entre el discurso científico y el mitológico, se actualiza en Foucault ya no como una conclusión teórica, histórica ni aún vivencial sino como una verdad descarnada, como un desafuero epistemológico, pues no hay verdad ni saber que no implique un acto de poder; “No existe relación de poder sin la constitución correlativa de un campo de saber, ni saber que no suponga y no constituya al mismo tiempo relaciones de poder” (Foucault M.)

El Poder es el abuso de una ventaja que se obtiene de la diferencia(s) existente al interior de una relación (Briceño F. 1999) Todas las personas en lo individual y en lo colectivo somos diferentes y estas diferencias nos dejan en ventaja o desventaja frente a otros. Las diferencias no es lo incongruente pues estas son necesarias como parte de la individualidad y el ejercicio de la libertad y soberanía. El inconveniente surge cuando aquel o aquellos que tienen la ventaja diferencial obtienen un beneficio o provecho a costa del otro en desventaja.

Las diferencias pueden ser de edad, color de piel, conocimiento tecnológico, capacidad de ataque y defensa, económica, culturales, desarrollo de la agricultura, explotación de los recursos naturales, salud, entre muchas más. Siendo las diferencias una condición a la persona y no algo intrínseco a la persona misma. Las diferencias separan también las formas de vida entre las naciones, al interior de ellas y entre regiones.

6 comentarios:

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Creo que desde la creación del ser humano el poder ha estado presente. No puedo concebir un mundo sin ejercer el poder, hasta en la naturaleza vemos las relaciones de poder de animales e insectos, el poder en innato entre los seres vivos.

El artículo esta muy bueno, pero nuca debemos olvidar, que el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente, y en eso hay que tener cuidado.

No podemos permitir que el poder ya sea de mayorías o de minorías, pisotee el derecho de los demás, la dictadura de las mayorías en democracia, o el poder de las minorías sobre una mayoría, traen conflictos peligrosos, que aún la sociedad no ha podido solucionar.

Hasta en democracia tenemos la tiranía de las mayorías.
Saludos

Fer dijo...

Saludos Roy y espero la estes pasando bien en tu viaje. Tienes toda la razón el Poder corrompe. Mi tesis es que el Poder es un modelo de relación y que es corrupto siempre por su popia dinámica interna. Si bien ha estado presente a lo largo de la historia entre las diferentes relaciones sociales, creo que es indistinto de ideologías, momento histórico y grupo poblacional en ejercicio,sus manifestaciones son las mismas diacrónicamente.
El porqué ha estado presente por tanto tiempo me es difícil explicarlo de forma simple, pero creo firmemente que es un odelo de relación y que podemos modificar los modelos con los que nos relacionamos.
En la actualidad algunas personas hablan de empoderar poblaciones, sin embargo ello no tiene nada que ver con el ejercicio del Poder sino con poder algo, más ligado a autoestima, derecho, u otra acción de incorporaciónde dicha población. El Poder en sí mismo existe, como fenómeno sistémico de las relaciones humanas, ello no lo justifica solo lo pone en evidencia. Este es parte de una serie de artículos en relación al Poder, el primero planteaba el enfoque epistemológico y luego pondré los restantes. Saludos de nuevo.

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Esas reivindicaciones como bien dices no son asomos de poder, son solo aspiraciones llevadas al máximo y pasado ese momento, de nuevo el sistema se vuelve acomodar ya ejercer el poder.

No tiene el poder el que bloquea una calle, el que hace una manifestación, o el que rompe un paradigma.

Aun recuerdo las grandes manifestaciones en Europa con la invasión a Iraq, que el mismo NY Times la denomino la segunda superpotencia, pero fue flor de un día se disipo y el poder de los halcones de la guerra siguieron haciendo de las suyas y hoy siguen igual de poderosos.

Creo que el poder es algo etéreo, pero si se puede sentir y hay manifestaciones de poder a nivel micro, los vemos en los gamonales, los sacerdotes de los pueblos muy alejados del centro, en las familias y en otras muchas manifestaciones.

A veces el miedo controlado por medio del poder, avasalla a grandes poblaciones, ya sea por medio de las armas, el narcotráfico o como dices, es superior aun a las ideologías, el poder está ahí, esperando que alguien lo ejerza y es poderoso cuando se hace manifiesto.
Saludos

Fer dijo...

Claro Roy!, es por ello que distingo entre "Poder" y "poder", es un tipo de distinción que suelen hacer los estructuralistas para indicar que estamos hablando de fenómenos diferentes con un mismo término y que ello nos lleva a no distinguir detalles de la diferencia del fenómeno. Con respecto al Poder es en sí mismo manifestación del control, no hablamos de la influencia que los unos tenemos con los otros, sino de un sistema de control manifestado tanto en las macro relaciones con vibraciones en las microrelaciones. Y que el mismo es ahistórico, aideológico y que esa parte eterea como le llamas es su presencia intangible y solo materializable en la relación de "hechos" (término de Wittgenstein) persona - persona / persona - cosas. Por otro lado el "poder" esta en mayor relación con la capacidad de algo, puedo tocar el saxofón, puedo convocar una marcha, puedo expresarme libremente, todo eso lo puedo o no lo puedo y aún así estar dentro del sistema del Poder. Es por eso que esos "poderes" parecieran esfímeros, sincrónicos, que dan el efecto de autovalor inclusive pero no es Poder. Ejemplo; algunos decían que el hecho de que la población gay/lésbica no tuviera hijos y fuesen profesionales o del sector comercio los hacía de mayor "poder" adquisitivo o económico, ahi nos damos cuenta que es poder hacer algo, comprar más, disfrutar más, regalar más, y hasta sentir mayor libertad económica, desplazamiento y otras consecuentemente, pero no son parte ni pueden ejercer el Poder por más que se reunan y financien unacto rebelde. El Poder no esta inserto en su lenguaje estructural a esa pbblación y por eso no los vemos en la historia como la población de Poder. Y es simple, su discurso no es de Poder es de poderes, acciones, capacidades, posicilidades y derechos entre otros. Igual sucede con otras poblaciones, que hacen ejecicios de poder pero no del Poder. la revolución francesa es otro ejemplo, fue un acto rebelde frente al Poder para reclamar poderes, pero esa población como tal no ejerció el Poder nunca, por más cabezas arrancadas e iglesias pisoteadas, el Poder se mantuvo en su sistema estructural. Y es que al mismo no le interesa el contenido discursivo da igual si es de derecha, de izquierda o de el centro, el mejor resultado fue la Declaración de Derechos y Deberes que de forma estructural y discursiva termina poniendo límites al Poder. Y esa ha sido la historia a partir de ahi. Es por eso que no podemos olvidar que las acciones que generan los Derechos Humanos (única estructura discursiva que limita al Poder), no fueron acciones de buena voluntad de los seres humanos, fueron gestados por la consecuencia de las extralimitaciones del poder. Y aún con este gan avance histórico del siglo pasado no hemos podido consolidar una estructura excenta de Poder. En los siguientes artículos de "Sobre el Poder y otros Males", trato de hacer ver el hecho de que hay dos polaridades importantes a tene encuenta en un eje, los representantes del Poder y por otro las víctimas mismas. Saludos y gracias por tus comentarios.

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Referente a las ideologías:

Las ideologías hace rato se superaron , y cito: "La ideología no determina, ni siquiera condiciona, lo que ocurre en cada lugar del planeta, no influye mayormente en las oportunidades de acceso al poder nacional ni en los actuales equilibrios internacionales, y tampoco es un factor importante en los motivos del voto en cada país"

Fer dijo...

Cual es el contexto de dicha frase?, dequien es, es interesante. Creo que nuestros problemas los abordaríamos mejor si dejaramos de ver y pensar con filtro y nos dedicaramos a lo obvio, puede somar algo fenomenológico pero entre más le quito elementos ideológicos y prejuicios a mi pensaminto más me doy cuenta que las respuestas y soluciones son más factible sy posibles. Realmente dependería más de la motivación que de la racionalización a los hechos. Recuerdo que la sveces que expuesto en foros académicos la idea de des-ideologizarse y la de que el Poder no es necesario, la incomprensión es inmeiata, frustrante en algunas ocaciones. Pareciera que estamos tan acostumbrados a ello que nos sentimos desnudos si tan solo lo imaginamos.